Se rindió culto a la diosa Razón con el mismo fervor que impregnaba la religiosidad de los europeos, que ilustrados y enciclopedistas criticaban. En la pira del conocimiento racional se inmolaron conocimientos ancestrales que habían dejado sólidos posos en el mundo rural. Junto a perniciosas supercherías se arrojó por la borda una sabiduría oral transmitida de generación en generación. Hoy resulta imposible cuantificar la pérdida que significó aquel terremoto de racionalidad —necesaria por tantas razones que resulta obvio exponerlas— para esos conocimientos.

Hace años conocía de primera mano un resto de esa antigua sabiduría. Era 1994 y en Andalucía padecíamos una sequía bíblica. Una tarde de septiembre, un viejo campesino, con el que compartía un café en una venta caminera, me dijo, hablando de los efectos de la falta de lluvia: «El invierno será de agua». Fue una aseveración rotunda. Al preguntarle por la causa de su seguridad me respondió: «Las ovejas se están quedando preñadas». Me quedé atónito y lo interrogué con una mirada irónica, entonces añadió: «Se quedan preñadas porque en primavera habrá forraje».

El otoño transcurría sin que cayese una gota. A primeros de diciembre, con una pluviometría propia de Tombuctú, coincidí otra vez con el viejo campesino, hablamos de la sequía y comenté con sorna: «Este año se han equivocado hasta las ovejas». Me miró burlón y me dijo: «Lloverá antes de veinticuatro horas». El azul del atardecer era inmaculado y por no parecer grosero, le pregunté: «¿Por qué lo dice?». Su respuesta fue del mismo tenor que cuando se refirió a la preñez de las ovejas: «Porque las hormigas ya están cerrando las entradas de los hormigueros».

Efectivamente, aquella noche comenzó a llover y el invierno, como él había vaticinado, fue de agua. La pluviometría del año superó los mil litros por metro cuadrado. Desde entonces he pensado muchas veces cuánta de aquella sabiduría rural, seguramente tildada de superchería, fue sacrificada en el Siglo de las Luces, en el altar de la Razón.

(Aparecida en el ABC de Córdoba el 3 de Septiembre de 2011 en esta dirección)

 

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